El 202 no venía y yo estaba perdiendo las
ganas esperarlo. Pero, como siempre, esperé un poco más, igual no aparecía,
igual me quedé a esperarlo. Siempre pasaba lo mismo, mi inseguridad por irme y
que pase el muy forro me dejaba clavado en la esquina, tibio, gris o
simplemente como un pobre pelotudo pobre.
Me puse a leer las propagandas que estaban
pegadas en el poste de luz y entre tarotistas y electricistas una frase se coló
entre mis pensamientos cotidianos:
«Sea realista… pida lo imposible. 0-800
realidad»
Me quedé mirando el número y por un segundo
toqué el celular. Después recordé que lo imposible lleva más realidad a mi vida
que lo que verdaderamente vivo y marqué el número. Sonó una vez y me atendió
una dulce voz que habló de corrido.
—Muy buenas noches, bienvenido a Sea
realista, pida lo imposible. ¿Cómo va su día, Gastón? —me quedé esperando que
la máquina repitiera la frase pero me volví a quedar mudo.
—¿Gastón… está ahí?
—Eh, sí. —No le pregunté cómo sabía mi
nombre para no caer en otra parte tibia mía.
—Usted llamó, usted me dice. ¿Por qué se
comunicó con nosotros?
—La verdad porque el 0800 es gratis, pero
la realidad es que me llamó la atención la frase, y yo últimamente…
—Sí, ya lo sabemos, anda padeciendo la
realidad. Le comento rápido cómo es esto: en la época 2.0 no podemos ofrecerles
lámparas árabes a todas las personas que queremos ayudar y, por eso, como todos
tienen el acceso al teléfono podemos darle la oportunidad que pida lo
imposible.
—¿Y la parte de ser realista?
—La parte de la realidad se la dejamos a
los clientes, nosotros no nos metemos en esas cosas por un tema de acelerar el
proceso de la concesión imposible.
—Y hablando de lámparas, ¿cuántas cosas
puedo pedir?
—Una, la realidad es una sola, Gastón. Solo
depende del ojo del cliente.
—Hmmm, está bien. —Me reí por dentro, estos
enfermitos deben tener una cámara oculta o tienen una base de datos básica que
desean ampliar con pelotudos como yo. —Algo imposible para mí hoy en día sería
ver a mi tío Pocho.
—Usted entiende que su tío Pocho está
muerto ¿verdad?
—Claro, por eso se lo
pido.Continuará...
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